Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

lunes, 15 de octubre de 2012

EL BLOG EN LA COMUNIDAD CIENTIFICA

EL BLOG EN LA COMUNIDAD  CIENTÍFICA

Internet como medio de comunicación ha acabado derivando en los últimos años en la denominada Web 2.0, un término acuñado por Tim O’Reilly para definir la metamorfosis que tuvo lugar en la red tras el estallido de la burbuja de las empresas  puntocom. (O’Reilly, 2005). Este nuevo ciberespacio está compuesto por todo un conjunto de servicios web normalmente de carácter gratuito y complementario entre sí (Wikipedia,  Flickr, Youtube, Twitter, Del.cio.us., Facebook). Estos servicios facilitan la generación, publicación e intercambio de contenidos en múltiples formatos (videos, fotografías, audio, texto) sin necesidad de contar con una gran capacitación tecnológica, por lo que cualquier usuario puede hacer uso de los mismos. Asimismo fomentan la interacción entre ellos mediante sistemas de comentarios y sindicación de contenidos. Estas características le añaden un fuerte componente de interactividad y de participación activa generándose redes y comunidades de intereses muy diversos, es por ello que también se habla de una nueva Web Social.

Antes de seguir avanzado es importante aclarar qué entendemos por blogs científicos, académicos o  Science Blogs, como se denominan en el mundo anglosajón. Aunque todos los blogs tienen un soporte y una filosofía común, los  bloggers suelen aglutinarse y organizarse en comunidades menores según los temas tratados, el origen geográfico o los intereses de sus autores.
Un ejemplo evidente es la  biblioblogosfera, biblogsfera o bibliogsfera, términos empleados para denominar los blogs del ámbito de la Documentación.
En principio para establecer el marco al que se circunscriben los blogs científicos podrían emplearse al menos dos perspectivas. En primer lugar se podría asumir que todas aquellas bitácoras que hablan sobre temas relativos a la ciencia podrían considerarse científicas. Sin embargo, si seguimos esta perspectiva habría que incluir como mínimo los 24.793 blogs que el  Directory Search de Technorati incluye bajo el paraguas del término Science. Este criterio no es del todo operativo ya que la blogosfera es un espacio público con millones de personas generando contenidos de calidad y temática muy diversa. No todo el conjunto puede ser considerado de interés para la comunidad científica ya que los resultados abarcan blogs que van desde la tecnología a las pseudociencias (Bonetta, 2007). No parece, por tanto, que la cobertura temática sea una forma adecuada de aproximarse a una definición operativa de blog científico.


Las utilidades de los blogs científicos


Respetando las anteriores condiciones, los blogs ofrecen un variado abanico de posibilidades en diversos contextos científicos y académicos. En principio podemos distinguir cuatro usos básicos que se pueden dar de forma conjunta o bien separada en un mismo blogs dependiendo de su grado de especialización, su orientación y sus objetivos. Son los siguientes: 

Medio de publicación sin intermediarios.
El uso más distintivo que se le puede dar a un blog  es su aprovechamiento como medio de publicación de resultados de investigación. Se eliminan de esta forma los intermediarios, por lo que desaparece el impasse de espera que conlleva la revisión de los trabajos en las revistas científicas, y supone una inmejorable forma de hacer llegar la información al resto de la comunidad de una forma más rápida, directa y personal (por ejemplo, Hughes et al, 2006). En la misma dirección es posible emplear los blogs para adelantar los artículos aceptados en revistas sometidas a revisión por pares (Torres-Salinas, 2007), o en casos extremos, como el Reed A. Cartwright, puede ayudar a establecer la prioridad sobre un descubrimiento científico (Foster, 2008). Además los blogs permiten que los resultados puedan ser comentados por la comunidad generándose un feedback en el que se corrigen errores, se amplía información o bien se matizan malentendidos. Liquidan por tanto la rigidez de las revistas científicas y generan una conversación experto-experto. Un ejemplo de este tipo de debates lo encontramos en Hurricanes and Global Warming - Is There a Connection? publicado en el blog Real Climateque llegó a recibir 370 comentarios en una fructífera conversación  on-line entre investigadores del cambio climático (Rahmstorf et al, 2005). Otro excelente ejemplo de las discusiones virtuales que se pueden producir lo representa la celebración de reuniones o congresos empleando como soporte un blog. Tal es el caso del Simposium on The Future of Scholarly Communication. Sin embargo la libertad de publicación que ofrecen los atenta directamente contra uno de  los pilares de la ciencia moderna: el  peer review. No es del todo evidente que los científicos vayan a consumir en breve y de forma masiva información que no haya sido sometida al escrutinio previo del experto. Junto a esto hay que añadir el escaso o nulo reconocimiento que reciben los autores por este tipo de publicación; estas razones hacen que aunque se presuma su potencial, los blogs sigan bajo sospecha en la mayor parte de la comunidad científica, acostumbraba a consumir información extremadamente filtrada y a recibir recompensas por su trabajo.


Tablón de anuncios y repositorio personal o colectivo

El blog se erige igualmente en una excelente herramienta para anunciar las actividades y las noticias más relevantes de una institución, un grupo de investigación, una disciplina o un autor individual. Se convierten de este modo en una plataforma atractiva para aumentar la visibilidad y el impacto de los contenidos. Aunque no es frecuente, podemos encontrar algunos ejemplos como el caso del  WeBlog Aragosaurus del  Grupo de Investigación de vertebrados del Mesozoico y el Cuaternario de la Universidad de Zaragoza o Ec3noticias, del Grupo Evaluación de la Ciencia y la Comunicación Científica  de la Universidad de Granada. Un ejemplo extremo del uso de los blogs dentro de una institución científica es el de Redfield Lab que obliga a todos los integrantes del mismo a mantener un blog con las investigaciones que están llevando a cabo (Ng, 2007).

Tampoco las grandes universidades han dejado pasar la oportunidad; es el caso de Harvard con sus Weblogs at Harvard Law School. Gracias a la convergencia con otras plataformas como  SlideShare o  Youtube al mismo tiempo que se anuncian y presentan actividades, los contenidos pueden enriquecerse con todo tipo de materiales audiovisuales. Los blogs se convierten entonces en un verdadero repositorio multimedia a disposición de toda la comunidad científica.

El blog como medio de difusión selectiva de la información

Pero quizás hasta el momento donde mejor se ha plasmado la verdadera utilidad de los blogs es en la difusión selectiva de la información científica. Un amplio porcentaje de los post que se publican diariamente en los blogs científicos están dedicados a comentar, analizar y difundir textos científicos. Son por tanto los mismos científicos los que desinteresadamente recomiendan los textos que han considerado más interesantes. Se observa en estos casos la sustitución de la figura del intermediario. Si antes era el bibliotecario, ahora es el blogger el que filtra la información, otorgándole además un valor añadido (aportaciones, críticas, tags), que enriquece y facilita el consumo de información científica. Dentro de este contexto es necesario hacer referencia a la reciente pero ya consolidada iniciativa Bloggers for Peer Review Reporting (BPR3) a través de la cual se insta a los bloggers científicos a catalogar e identificar visualmente todos aquellos posts que versen sobre investigación sometida a revisión por expertos. De esta forma se consigue identificar los posts con información científica de calidad e interés, favoreciendo la diseminación y la discusión en la investigación. 


Acercar la ciencia al público no especializado

Aunque los blogs científicos estén escritos por profesionales, normalmente éstos adoptan los estándares generales de la blogosfera en lo que a redacción se refiere. Suelen emplear un lenguaje sencillo, en primera persona, cercano al lector y con una extensión en los posts relativamente corta, en párrafos breves y directos. Se convierten por tanto en un excelente medio para dar a conocer la ciencia a lectores no especializados. De esta forma el blog científico se convierte en una traducción del lenguaje científico a un lenguaje ordinario convirtiendo la actividad investigadora en algo más  cercano socialmente. Es lo que Antonio Lafuente, investigador científico del CSIC, y editor del blog Tecnocidanos ha denominado una desaristocratización del conocimiento (Lafuente, 2006). Un ejemplo con gran aceptación por parte de una audiencia no especializada es
Diario de una Científica, donde una estudiante de postgrado reseña sus vivencias en un laboratorio de genética. 

Las revistas científicas reaccionan.

La reacción de las mejores revistas científicas pone en evidencia el papel que están empezando a jugar los blogs como medio de comunicación. Muchas de ellas, lejos de ver una amenaza han sabido explorar y explotar todas las utilidades anteriormente reseñadas en beneficio propio. Podemos sintetizar su  posicionamiento respecto al nuevo medio en una doble reacción. 

La primera se caracteriza por la  integración silenciosa de los  sistemas de gestión de contenidos 2.0 en las versiones electrónicas de las revistas.  Es el caso de PloS One, una publicación que concibe los artículos como sin fueran posts; cualquier lector, al igual que en los blogs, tiene oportunidad de comentar los trabajos minutos después de su publicación. Además estos mismos artículos incorporan una opción que permite seguir las reacciones que han provocado en la blogosfera. También Nature Group Publishing ha sabido experimentar con las herramientas 2.0. Su estrategia incluye el lanzamiento de  podcasts, un  site donde publicar resultados preliminares de investigación abierto al escrutinio de la comunidad científica (Nature Precedings) o la presencia activa en el mundo virtual de Second Life. Pero quizás fue su experimento con el Open Peer Review la iniciativa que más interés ha despertado.

Bajo este sistema cualquier usuario registrado de Nature podía emitir comentarios públicos acerca de los artículos que en ese mismo momento estaban pasando el habitual proceso de revisión de la revista. Sin embargo los resultados finales pusieron en evidencia la dificultad para generar participación activa en el colectivo científico (Nature, 2006).
  
La segunda respuesta que han ofrecido las revistas es crear sus propios blogs, alojados en sus sedes web. Es el caso de las revistas Nature, Science, Plos, British Medical Journal o de Library Journal o Information Research en el ámbito de la Biblioteconomía y Documentación. Nature, por ejemplo, alberga hasta 18 blogs que tratan desde los avances en las disciplinas científicas con mayor repercusión hasta reflexiones sobre el propio proceso de revisión científica, como es el caso del blog dedicado al Peer Review. El objetivo que se busca es la fidelización de los lectores mediante la actualización constante de contenidos, la cercanía y el diálogo con el usuario, todos ellos aspectos importantes de la imagen de marca de una publicación.  5 Organización de los bloggers científicos: comunidades y carnavales
No solo las grandes revistas o instituciones importantes son capaces de aglutinar conjuntos de blogs bajo un mismo portal. Existen una serie de sitios web específicos que otorgan visibilidad y reconocimiento a los autores de blogs científicos. El servicio más reconocido a nivel internacional es  ScienceBlogs, una red comercial que agrupa a más de 60 bitácoras. Los editores del portal invitan a bloggers reconocidos a unirse a la red, con absoluta libertad en los contenidos y compartiendo los beneficios económicos obtenidos mediante la publicidad.

Otro de los portales más populares es PhDWeblogs, un directorio donde los estudiantes de doctorado pueden registrar los blogs relacionados con sus investigaciones académicas.

En España el caso más conocido es el servicio de alojamiento de blogs de madri+d donde, a través de 60 blogs, se pretende estimular el debate público sobre ciencia y tecnología. Otro de los servidores nacionales es Hispaciencia, que reúne blogs científicos con finalidad divulgativa y bajo supervisión editorial no exenta de polémica, como demuestra la expulsión del blog Genciencia, por sus múltiples errores y contenidos pseudocientíficos (Hispaciencia, 2006). 
Aparte de estos servicios de alojamiento específicos, los bloggers interactúan entre sí y comparten información científica a través de los carnavales o  carnivals, una de las formas más originales de participación.

El caso de la Biblioteconomía y Documentación

En el área de Biblioteconomía y Documentación los blogs académicos reproducen algunas de las aplicaciones ya comentadas para el conjunto de las ciencias. Uno de los ejemplos más notables lo aporta el blog Observatorio de Martinej gestionado por Luis Javier Martínez, desde el cual realiza revisiones críticas de fuentes de información y libros científico-técnicos de interés tanto para bibliotecarios como para investigadores. Pero quizás el ejemplo más ilustrativo por su carácter abierto a toda la comunidad es el de Bibliometria.com que se ha convertido en poco tiempo en todo un referente de la disciplina. En él se reseñan artículos de corte más polémico con los que se pretende generar debate sobre temas candentes en el circuito académico. La polémica sobre el método de cálculo del factor de impacto (Roldán, 2007) ejemplifica igualmente que la aportación de los comentaristas puede generar una discusión fructífera, enriqueciendo el contenido de un blog. 

En otros casos los blogs actúan como introductores de nuevos campos de investigación en el mundo de la Documentación. Así ocurrió con el mismo concepto de Biblioteca 2.0, término que alude a la aplicación de las tecnologías y la filosofía de la web  2.0 a las colecciones y los servicios  bibliotecarios, tanto en un entorno virtual como real (Margaix, 2007). Surgido en el año 2005 se desarrolló inicialmente a partir de las reflexiones de diversos  bloggers. Poco después estas aportaciones se han difundido a través de los canales formales de comunicación académica, como revistas profesionales (Casey y Savastinuk, 2006) y más recientemente, monografías (Casey y Savastinuk, 2007), en un ejemplo más de la difusa frontera existente entre medios. Sin embargo algunos bloguers han preferido publicar sus trabajos de investigación desde su propio blog.

La mayoría de los autores de los blogs más destacados de Información y Documentación usan en la actualidad otros canales de comunicación científica tales como la publicación en revistas revisadas por pares, asisten a congresos y reuniones profesionales o imparten cursos dentro de sus áreas de interés (Torres-Salinas et al, 2008). La visibilidad profesional que proporciona el mantenimiento de un blog ha sido en muchos casos responsable de esta sinergia entre los canales informales y formales de comunicación científica.

 Al igual que los bloggers acceden al terreno académico, éstos comienzan a experimentar igualmente con el formato blog. Cada vez son más los académicos que han incorporado la lectura de estas fuentes a su menú informativo diario y que tímidamente se están lanzando a escribir sus propios blogs.

Referencias bibliográficas

Bonetta, Laura. “Scientists enter the blogosphere”. En: Cell, 2007, v. 129, n. 3, pp. 443-445.
Butler, Declan. “Science in the web age: Joint efforts”. En: Nature, 2005, v. 438, n. 7068, pp. 548-549 Casey, Michael E.; Savastinuk, Laura C. “Library 2.0. Service for the next-generation library”. En: Library
Journal, 2006, septiembre, n. 14. Consultado en 15-12-2007.  http://www.libraryjournal.com/article/CA6365200.html
Casey, Michael E.; Savastinuk, Laura C.  Library 2.0: A Guide to Participatory Library Service. Medford: Information Today, 2007, ISBN 978-1-57387-297-3

1 comentario:

  1. El uso del blog, en la comunidad científica, ha traído grandes avances, ya que personas de diversos países se unen a contribuir con las investigaciones en muchas ramas de estudio.

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