Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

miércoles, 17 de octubre de 2012

LA MARIPOSA MONARCA

Este insecto, además de su gran belleza, se caracteriza por su resistencia y longevidad, pues mientras otras especies de mariposas tienen un ciclo vital de 24 días, La monarca llega a vivir hasta nueve meses, es decir, 12 veces más.
La Mariposa Monarca convencional tiene un ciclo de vida que dura de cuatro a cinco semanas, comenzando por la etapa de huevo, pasando por el periodo de larva, transformándose posteriormente en una pupa o crisálida, hasta convertirse en un adulto reproductivo, para después morir. Sin embargo, cuando se acaba el verano y las temperaturas bajan drásticamente, surge una generación especial de Monarcas que tendrá la consigna de realizar el titánico recorrido que las llevará a latitudes más cálidas para poder continuar con el ciclo de hibernar, alimentarse y aparearse, para luego regresar a casa. Ésta, es conocida como la Generación Matusalén. Esta generación migratoria a diferencia de sus ancestros, que gozaron únicamente de efímeras existencias de aproximadamente un mes, se mantendrá con vida de siete a ocho meses para lograr su objetivo de llegar a los bosques de oyamel.


Aprovechando estas características, la mariposa monarca es capaz de viajar más de 4 mil kilómetros (desde Canadá y Estados Unidos de América) hasta los bosques de oyameles de los estados de Michoacán de Ocampo y México, zona considerada como patrimonio natural de la humanidad.
Cada año, entre octubre y marzo, las mariposas monarca encuentran en los bosques mexicanos las condiciones ideales para desarrollarse y aparearse: altitud (2 300-3 500 metros sobre el nivel del mar), temperatura, humedad y exposición a los rayos solares, entre otros.

Recorren alrededor de 120 kilómetros por día y realizan su viaje en 33 días, aproximadamente. A finales de marzo, cuando alcanzan su madurez, emprenden su viaje de retorno a los países del norte.
Las mariposas monarca utilizan varias rutas migratorias: las que llegan a México vienen de la zona ubicada entre las Rocallosas y los Grandes Lagos, bajan por la Sierra Madre Oriental, entran al Altiplano por las montañas más bajas y llegan a los estados de México y Michoacán de Ocampo.
Otras, viajan de la zona ubicada entre el Océano Pacífico y las montañas Rocallosas, hacia el estado de California y aquellas que habitan entre el Océano Atlántico y los Grandes Lagos cruzan los estados de Carolina y Florida para llegar a Cuba.
Esta es la increíble epopeya de un insecto que pesa menos de un gramo, pero cuya belleza e importancia como agente polinizador y factor de equilibrio ecológico, son preponderantes. No pierda la oportunidad de formar parte de esta fascinante experiencia cuando visite Michoacán o el Estado de México.
 
 


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