Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

jueves, 25 de octubre de 2012

¿Por qué gritamos ¡ay! cuando nos golpeamos?

El sonido seminvoluntario que hacemos cuando nos damos un golpe, nos pinchamos, o nos quemamos un dedo, por ejemplo, es constante en todas las lenguas y todas las culturas.
En español solemos decir ¡ay!, los alemanes dicen ¡Ach!, los noruegos ¡Aul! y los chinos ¡Aiya!
Pero en todos los casos, es un sonido producido con la boca abierta y una respiración corta.
Ésta es la manera más rápida y más simple de hacer un sonido fuerte y, probablemente, evolucionó hasta transformarse en una alarma para avisarle a la tribu sobre la existencia de un peligro.
Si el peligro es un animal, el sonido tiene el mismo efecto que mostrar los dientes en forma amenazante.

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