Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 26 de octubre de 2012

Televisión Educativa o Televisión para Aprender
A propósito de la gran variedad de programas de corte educativo que se han difundido por televisión desde los inicios de este medio, y con mayor fuerza a partir de los años setenta, cabe hacer un alto para reflexionar sobre lo que implica entender a la televisión en esos términos.
El presente texto recupera información relevante sobre la historia de la televisión educativa y con ello se intenta vislumbra una definición que permita distinguir entre lo que es realmente televisión educativa y aquello que no lo es.
A través de investigación bibliográfica y entrevistas a expertos, se obtuvieron diferentes definiciones del término que se articulan en el presente trabajo para dar una nueva aproximación a lo que se entiende por televisión educativa desde una mirada sistémica. Cabe aclarar que la distinción entre televisión educativa y televisión para el aprendizaje es sólo una propuesta, que independientemente de que sea aceptada o no por el lector, pretende dejar abierta la reflexión en torno al tema.
Palabras clave:
Comunicación, Educación, Comunicación Educativa, Televisión educativa, Televisión pública, Televisión privada, Televisión a distancia, Educación como constructo social, Enculturización, Televisión para el aprendizaje.

Televisión Educativa O Televisión Para Aprender
El encuentro entre comunicación y educación
Si bien la comunicación es un fenómeno que antecede al hombre, las prácticas comunicativas sólo se hicieron posibles gracias al paulatino desarrollo tecnológico y cultural, en tanto que los saberes comunicativos apenas alcanzan poco más de medio siglo. Las aportaciones teóricas en comunicación, hechas a lo largo de este tiempo generan una gran cantidad de definiciones de lo que es el término, sin embargo, una de las más recurrentes es aquella que regresa a sus orígenes etimológicos y se refiere al poner en común con el otro.
La educación por su parte, ha sido conceptuada infinidad de veces, desde los antiguos griegos hasta la actualidad, pero en general el discurso de la educación "se ha orientado siempre al desarrollo de las más altas virtudes humanas" (Byrd, 2000: 35). La relación entre comunicación y educación es una constante histórica en la cual, la primera es condición indispensable de la segunda, sin embargo, hasta principios del siglo XX no existía una vinculación directa.
Como objeto de estudio diferenciado, la comunicación educativa tiene sus orígenes en la década de los 20, a partir de que se le descubre y estudia por separado y se reconocen las posibilidades que ofrecen los instrumentos de comunicación masiva aplicados a la educación. Originalmente se le conocía como comunicación audiovisual o auxiliares de la enseñanza y no es hasta los años 70 cuando adopta el nombre de comunicación educativa. (Torres:1999, p.3)
En este nuevo paradigma que involucra a la educación con la tecnología, la educación se sirve de los medios de comunicación para incidir en un mayor número de personas, bajo condiciones espacio temporales accesibles y a partir de un lenguaje verbo audio visual. Los medios electrónicos no necesitan mayor instrucción para ser decodificados, de tal suerte que permiten difundir mensajes que de otro modo y por diversas cuestiones (geográficas, económicas o culturales) no hubiera sido posible.
Al respecto, Francisco Sierra afirma que "la Comunicación Educativa ha sido, el marco de trabajo académico que ha tratado la compleja integración entre información, tecnología, educación y cultura, a partir de las relaciones existentes en esta materia iniciada con los programas de educación "en" "sobre", "a través" y "con" los medios y modernas tecnologías electrónicas de comunicación por el sistema formal de enseñanza" (Sierra, 2003:).
Algo similar propone un grupo de investigadores en comunicación de la ENEP Acatlán cuando mencionan que la comunicación educativa es una área interdisciplinaria que produce expresiones para la enseñanza considerando las condiciones de recepción y producción como aspectos relevantes para las tres áreas que maneja la comunicación educativa: En el aula, por los medios y para los medios. López, T. C. (1995).
Es propósito de este texto hacer una reflexión sobre la educación que se apoya en medios de comunicación como la televisión educativa, pues el discurso y la acción con fines educativos son mucho más que el soporte que se utiliza. Para ello es menester revisar el contexto en el que se da la televisión educativa y revalorar el concepto de educación. Cabe entonces preguntarse ¿qué es la televisión educativa?
Televisión y educación: un binomio de posibilidades.
A principios del siglo XX los avances tecnológicos se desarrollan de manera notable y como consecuencia las prácticas comunicativas se consolidan a partir de los medios de comunicación masiva existentes como la radio, la fotografía o el cine, siendo este último uno de los medios con mayores posibilidades en la educación.
Las imágenes en movimiento del cinematógrafo, casi a la par del surgimiento de la comunicación educativa, inician sus primeras proyecciones con fines educativos en 1922 a través de los talleres cinematográficos de la SEP.
Con el propósito de fomentar el uso del cine como medio educativo se forma en 1933 la Sociedad Pro-Cine Educativo, y en la misma fecha la SEP produce su primera película: Pescadores, mejor conocida como Redes.
El cine como medio de difusión educativa cede paulatinamente el paso a la transmisión sincrónica de sonidos e imágenes de recepción simultánea que ofrece la televisión. En México las transmisiones experimentales de González Camarena inician en 1946 por XHIGC. A partir de entonces el binomio televisión y educación inician el recorrido de las distintas experiencias que configuran la televisión educativa hasta nuestros días.
La primera demostración de televisión en blanco y negro con fines educativos se da a propósito de la VII Asamblea de Cirujanos, en el quirófano principal del hospital Juárez en 1948, y dos años después dan inicio de manera formal las primeras transmisiones de carácter comercial a través de XHTV, canal 4 de Televisión de México, S.A. propiedad de Rómulo
O´Farril. Desde entonces la televisión se bifurca en dos sentidos: televisión pública o gubernamental y televisión privada.

Puesto que persiguen fines diferentes la televisión pública genera un tipo de mensajes encaminados a apoyar las distintas funciones del estado, en tanto que la televisión privada se dirige primordialmente a promover a sus anunciantes y ofrecer entretenimiento de manera masiva.
La experiencia muestra que la relación entre gobierno y medios de comunicación privados genera un tipo de ideología conveniente para la clase hegemónica que ayuda a mantener el estado de las cosas (status quo), mientras las voces disidentes y miradas subversivas en contra del sistema, han tenido que ver pasar varias décadas antes de encontrar una leve luz de esperanza en los medios de comunicación, pues las más de las veces la apertura de la información es sólo el espejismo de las válvulas de escape institucional.
A propósito de lo anterior la a Ley Federal de Radio y Televisión (1960) , contempla que:
La televisión constituye una actividad de interés público que compete al Estado proteger y vigilar, su función social es:
Contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y al mejoramiento de las formas de convivencia humana
Afirmar el respeto a los principios de la moral social, la dignidad humana y los vínculos familiares.
Evitar influencias nocivas o perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y la juventud.
Contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo y a conservar las características nacionales, a las costumbres del país y sus tradiciones, la propiedad del idioma y a exaltar los valores de la nación mexicana.
Fortalecer las convicciones democráticas, la unidad nacional y la amistad y cooperación internacionales.

Si bien la función social de la televisión es, a grandes rasgos, la de cultivar valores y promover la cultura, no tiene por obligación educar a sus televidentes, pero hay quienes como Mario Kaplún sugieren que "todo programa educa, sólo que -lo mismo que la escuela, lo mismo que el hogar- puede educar bien o mal" (Kaplún citado por Abrego, 2000).
Es claro que la televisión promueve en el espectador una serie de valores, y representaciones, sin embargo, no se le puede ver todavía como un proceso de educación sino de enculturización, es decir, el proceso en el que un individuo o grupo ponen en relación los sucesos, los fines y las creencias que los grupos sociales quieren preservar y estos los interiorizan y los hacen suyos. (Torres: 1999, p. 3)
El papel del sector público en la educación
El gobierno federal, a través de diferentes instancias, ha sido el principal promotor de la educación con apoyo de tecnología. Aún antes de la llegada de la televisión, la Secretaría de Educación Pública ya trabajaba al respecto. Por tanto no es raro que sea el gobierno quién cuente con mayor experiencia en el uso educacional de la televisión.
Sus actividades en este rubro se han orientado primordialmente a "apoyar sus programas de educación formal escolarizada o a brindar sustitutos de ésta", sin embargo, "las más de las veces, el uso de los medios se ha hecho sin una clara conciencia pedagógica de su utilidad, guiados por el mero deslumbramiento tecnológico de los medios de comunicación y forzado por la elevada demanda educacional" (CONSET: 1985, p.11)
A finales de los años 70 la televisión educativa de producción estatal adquiere mayor fuerza y a la sombra de distintos organismos públicos como la Unidad de Telesecundaria, la Unidad de Televisión Educativa y Cultural, Canal 11, el Instituto Nacional para la Educación de Adultos, Televisión de la República Mexicana y Canal 22, apoyan la educación de manera formal e informal.
La experiencia más importante al respecto fue en aquel entonces Telesecundaria, dirigida a sectores marginados de la población y con base en el plan de estudios de la SEP para el nivel secundaria. La Unidad de Telesecundaria es responsable de la planificación y elaboración del diseño y la evaluación de los programas, y la UTEC encargada de la realización técnica y transmisión de señales.

http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n36/achavez.html 

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