Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

lunes, 22 de octubre de 2012

Transfusión de sangre para la eterna juventud

Haciendo una transfusión de sangra joven a un ratón de edad avanzada, científicos descubrieron que células cerebrales eran regeneradas revirtiendo el daño cognitivo.
Un grupo de científicos de la Universidad de Stanford logró revertir algunos de los efectos de la edad, aquellos relacionados con el deterioro cognitivo, en ratones a los cuales le fue dada una transfusión de sangre joven.
El estudio, presentado en la Sociedad para la Neurociencia en Nueva Orleáns, Lousiana, señala que se puede estimular el crecimiento de nuevas células en el cerebro de ratones viejos con la sangre de ratones jóvenes.
"Sabíamos que la sangre tiene un enorme efecto sobre las células cerebrales, pero no sabíamos si este efecto se extendía hacia la regeneración celular", explicó Saúl Sevilla principal autor del estudio.
 
Aún no se identifican los componentes de la
sangre que provocan la regeneración celular.
De acuerdo a New scientist, una vez que la sangre del ratón joven se había mezclado con la del ratón viejo con éxito se analizaron los cerebros de los roedores. Cabe aclarar que se utilizó plasma sanguíneo para evitar efectos que pudieran provocar células de la sangre.
El hipocampo de los ratones viejos con sangre joven mostró cambios en la expresión de 200 a 300 genes, en especial los involucrados en el aprendizaje y la memoria. También algunas proteínas implicadas en el crecimiento del nervio mostraron cambios.
La transfusión de sangre del ratón joven aumentó el número y fuerza de las conexiones neuronales en áreas del cerebro donde las nuevas células ya no crecen. Esto no ocurrió cuando los ratones viejos recibían sangre vieja.
Para comprender más sobre los cambios cognitivos, los ratones fueron sometidos a una prueba en la que debían localizar una plataforma de agua escondida. Los ratones con plasma joven recordaron rápidamente dónde se localizaba la plataforma, contrario a lo que sucedió con ratones que tenían sangre vieja.
A pesar de los hallazgos, los científicos no saben qué es lo que hace que la sangre joven actúa de tal forma sobre un ratón de edad avanzada. Por ahora están tratando de identificar posibles lípidos u hormonas que sean los culpables.
Se espera que en un futuro este tipo de conocimientos se puedan ver reflejados en la salud de los hombres, pero por ahora no hay evidencia que indique que mecanismos similares sucedan en el hombre.

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