Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 8 de marzo de 2013

El funcionamiento de los volcanes

Cada vez que se produce una nueva erupción volcánica en el mundo, vemos un montón de artículos en los periódicos y reportajes de televisión nocturnos cubriendo la catástrofe, todos ellos poniendo de relieve palabras con las que estamos familiarizados como: violento, incontenible, increíble, etc. Cuando se enfrentan a un volcán, las personas comparten los mismos sentimientos que los observadores de estos fenómenos han tenido durante la historia de la humanidad. Nos encontramos ante el poder destructivo de la naturaleza y nos estremece la idea de que una pacífica montaña pueda transformarse repentinamente en una fuerza destructiva imparable. 

Aunque los científicos han aclarado una gran parte del misterio que rodea a los volcanes, nuestro conocimiento no ha hecho a estos fenómenos menos sorprendentes. En este artículo echaremos un vistazo a las poderosas y violentas fuerzas que provocan las erupciones y veremos la manera en la que éstas delinean estructuras volcánicas como islas. 

Cuando la gente piensa en los volcanes, la primera imagen que le viene a la cabeza es probablemente la de una montaña alta en forma de cono escupiendo lava por la parte superior. Ciertamente existen muchos volcanes de este tipo pero el término volcán actualmente describe una gama mucho más amplia de fenómenos geológicos. 

En términos generales, un volcán es cualquier lugar del planeta en donde algunos materiales de su interior consiguen hacerse camino hacia la superficie. Una de esas maneras es la "del material arrojado desde la cima de la montaña", pero hay también muchas otras.

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