Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 8 de marzo de 2013

HUGO CHAVEZ FRIAS

En 1992 el Comandante del Batallón de Paracaidistas de Caracas, Tte Cnel. Hugo Chávez Frías, se levantaba en armas contra el gobierno corrupto de Carlos Andrés Pérez, quien representaba la peor degradación de la política que Venezuela conoció, la cual había caído en manos del mercantilismo y el narcotráfico.
La asonada fue reprimida y el Cnel. Chávez fue llevado a prisión por el delito de sedición. La verdad es que se convirtió en la imagen de la rebeldía de un pueblo ante la ilegitimidad de sus gobernantes.
Poco después, cuando Andrés Pérez pretendió aumentar el impuesto al valor agregado, los más pobres de Caracas, descendieron de los cerros que rodean la capital, y provocaron disturbios y saqueos, siendo reprimidos, sin que oficialmente se reconocieran los miles de muertos y heridos que hubieron en varios días de lo que se conoció como “El Caracazo”
La crisis se desató y el único que logró calmar al pueblo fue el ex Presidente Rafael Caldera, quien en un histórico mensaje televisivo, provocó que las fuerzas sociales en confrontación cesaran las hostilidades y se iniciara un proceso de reconstrucción social y política.
Se realizaron elecciones presidenciales luego de la salida ignominiosa de Andrés Pérez y resultó electo el ex Presidente Caldera, quien con su autoridad moral, era el único que podía aplicar el bálsamo necesario a las heridas que todavía estaban sangrando en el pueblo venezolano.
Un acto político trascendental del Presidente Caldera fue la liberación del Tte. Cnel. Chávez, quien ya se había convertido en una especie de héroe nacional. Su rostro aparecía en camisetas, en grafitis, en publicaciones, y su nombre era pronunciado por todos los venezolanos.
Al Presidente Caldera lo sucedió en el poder el Presidente Hugo Chávez, y en un acto sin precedentes, un presidente electo democráticamente dos veces, entregaba la banda presidencial y el Collar de Bolívar, a un presidente a quién personalmente había indultado.
Chávez no podía seguir el rumbo equivocado que había transitado la partidocracia venezolana, protagonizada por los social demócratas de Acción Democrática y los Social cristianos del COPEI, por lo que orientó su brújula hacia el sur y entró en conflicto con Washington, retomó las banderas de Bolívar, atrincherándose en La Habana e inspirándose en su líder histórico, Fidel Castro, a quien tomó como un maestro.
Frente a la pretensión norteamericana de crear una zona de libre comercio para poder competir con la Unión Europea, Chávez lanzó la propuesta de ALBA, la cual, en nuestro país y en todos los gobiernos regidos por el mercantilismo, han causado un resquemor sin precedentes. 
Los que habían detentado el poder económico tradicionalmente, se escandalizaron al ver a los antiguos revolucionarios como grandes empresarios petroleros y empezaron las acusaciones de intervencionismo, de manejo oscuro de la riqueza venezolana, de alianzas con el narcotráfico y de apoyo a partidos de izquierda en una clara intervención en la política interna de los países.
Venezuela se convirtió en una luz de esperanza para Cuba que, con la caída del Muro de Berlín, había perdido sus principales socios comerciales, viéndose obligada a abrir su economía a empresarios europeos, principalmente hoteleros, que sin embargo, no lograban cerrar la brecha económica que la ahogaba poco a poco.
Chávez se convirtió en el nuevo Che Guevara, en el nuevo motivo de inspiración de los revolucionarios latinoamericanos, en el ejemplo a seguir por los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, que muy a pesar de sus detractores, cuentan ya con varias reelecciones en procesos democráticos libres certificados por organismos internacionales.
Este cinco de marzo se conoció en los medios de comunicación social la muerte del Teniente Coronel Hugo Chávez, del Comandante Chávez como se le conoce popularmente. Evidentemente, los agrupamientos de la izquierda latinoamericana se encuentran de luto y todavía no se ha dimensionado la forma en que su desaparición afectará al movimiento que durante casi dos décadas presidió con gran éxito.
Independientemente de la opinión que cada uno tenga de Hugo Chávez, lo cierto es que irremediablemente se ha convertido en una de las principales figuras de los inicios del presente Siglo, un personaje que ha cambiado la historia latinoamericana, un soldado que vivió el ideal bolivariano hasta las últimas consecuencias.




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