¿Cómo lograrían un embrión de neandertal?
Habría que completar el genoma del neandertal,
y luego reproducir sus características en una célula humana.
El proceso sería muy dificultoso, y requeriría una tecnología que aún no se tiene. Pero este sería teóricamente el camino: primero habría que acabar de hacer la lista de genes de nuestro antepasado. Eso es algo que el Proyecto Genoma Neandertal aún no ha logrado más que en un 70%, aunque llevan desde 2009 descifrándolo usando restos de tres especímenes. La razón es que los paleontólogos solo cuentan con fósiles de huesos, que dan mucha menos información, y de peor calidad, que los tejidos. Después, si se llegara a completar esa relación de genes, habría que generar una célula que los llevara incluidos. Eso requeriría tomar una célula humana, quitarle los genes que no tenían los neandertales y añadir los que sí tenían, previa comparación de ambos mapas genéticos. En este paso hay otro escollo:la tecnología de ingeniería genética solo permite modificar unos pocos genes, no los miles que componen un sapiens o un neandertal. Además, el hecho de que se conozca el genoma completo de ambos homínidos no es suficiente. Ellos y nosotros tenemos unos genes que se expresan (ponen en marcha su “encargo”) y otros que no (silentes). Es algo de lo que avisa Carles Lalueza, investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Cataluña que participa en el citado Proyecto. El científico explicaba al saltar la polémica que no se conocen los llamados “interruptores” químicos que hacen que genomas iguales, o muy parecidos, den como resultado unos órganos (y seres) diferentes. Eso sí, si se conocieran el mapa y los interruptores, introducir ese genoma en un óvulo humano no sería una gran dificultad a día de hoy.
El proceso sería muy dificultoso, y requeriría una tecnología que aún no se tiene. Pero este sería teóricamente el camino: primero habría que acabar de hacer la lista de genes de nuestro antepasado. Eso es algo que el Proyecto Genoma Neandertal aún no ha logrado más que en un 70%, aunque llevan desde 2009 descifrándolo usando restos de tres especímenes. La razón es que los paleontólogos solo cuentan con fósiles de huesos, que dan mucha menos información, y de peor calidad, que los tejidos. Después, si se llegara a completar esa relación de genes, habría que generar una célula que los llevara incluidos. Eso requeriría tomar una célula humana, quitarle los genes que no tenían los neandertales y añadir los que sí tenían, previa comparación de ambos mapas genéticos. En este paso hay otro escollo:la tecnología de ingeniería genética solo permite modificar unos pocos genes, no los miles que componen un sapiens o un neandertal. Además, el hecho de que se conozca el genoma completo de ambos homínidos no es suficiente. Ellos y nosotros tenemos unos genes que se expresan (ponen en marcha su “encargo”) y otros que no (silentes). Es algo de lo que avisa Carles Lalueza, investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Cataluña que participa en el citado Proyecto. El científico explicaba al saltar la polémica que no se conocen los llamados “interruptores” químicos que hacen que genomas iguales, o muy parecidos, den como resultado unos órganos (y seres) diferentes. Eso sí, si se conocieran el mapa y los interruptores, introducir ese genoma en un óvulo humano no sería una gran dificultad a día de hoy.
El
investigador George Church quiso crear polémica científica al decir que
"haría falta una mujer muy valiente" para ser el vientre de alquiler
que albergara un bebé neandertal clonado. Lo hizo para vender mejor su libro Regénesis: Cómo la biología sintética reinventará la
naturaleza y a nosotros mismos y seguramente lo ha conseguido.
La
Prensa sensacionalista inglesa hizo ver como que el genetista estaba buscando
de verdad una madre neandertal, y él llegó a insinuar que disponía de la
tecnología suficiente para replicar el ADN del hombre de Neaderthal. Pero eso
no es cierto. Lo que sí es verdad es que la teoría de cómo se crearía un bebé
prehistórico se conoce.
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