Toda vez que el congreso local de mi Estado, San
Luis Potosí, se convirtió en el decimotercero en el país en aprobar la
minuta referente a la Reforma Educativa que recibieron desde el Congreso
Federal, continuando con el curso legislativo que requiere para
convertirse que puedan aplicarse los cambios a nuestra Constitución, con
lo discutido y analizado en el Senado, es importante abordar con
seriedad y tranquilidad qué es esta reforma y evitar así desinformación
tendenciosa que solo ha causado confusión entre la ciudadanía y el
magisterio.
En primer lugar, es muy cierto que TODAS las fuerzas políticas y
sociales de México están de acuerdo que el nivel educativo que
reflejamos como nación, históricamente y por décadas, deja mucho que
desear; dentro de los países de mayor desarrollo del mundo, (la OCDE),
de manera constante y en prácticamente todos los niveles y rubros, nos
encontramos en los últimos lugares de la tabla, superados no solo por
países como Suecia, Suiza, lo cual podemos entender; sino por países
similares y contra los que competimos directamente como Chile y Corea.
Esos indicadores son un parámetro externo que nos permite visualizar el
lugar en el que estamos y lo que necesitamos para llegar a donde
queremos estar.
Ultimamente se ha utilizado a la República de Corea como un parámetro de
comparación educativa y ello tiene una razón: hace 18 años, dicho país
se encontraba prácticamente en los mismos niveles educativos, sociales y
económicos que México (vale decir que sin la enorme ventaja de los
recursos naturales con los que México cuenta); a partir de ese momento,
el país asiatico decidió reformar su esquema educativo y mientras
nosotros nos quedamos prácticamente en el mismo punto, Corea despegó e
incrementó su escolaridad, su nivel laboral, su nivel de ingreso y su
índice de bienestar.
Ante esta experiencia dramática, las administraciones y los legisladores
del PAN intentaron de manera continua, llevar a cabo una serie de
mejoras y reformas de fondo constitucional y legal, que optimizaran la
educación en México. Una vez tras otra, prácticamente todo lo que
señalamos y propusimos, se nos negó, principalmente ante presiones y
desinformación de las cúpulas sindicales y de las alianzas
político-electorales de coyuntura de los partidos que en ese entonces
eran la oposición. Sin embargo, se lograron algunos avances,
notablemente el poder estandarizar la evaluación universal a los
alumnos, con un enfoque aplicativo y no teórico o de memorización, con
los exámenes ENLACE y CENEVAL. De haber iniciado lo que está sucediendo
ahora hace 12 años, puedo asegurar que los mexicanos estaríamos
sustancialmente mejor, con un ingreso mas justo y equitativo.
La reivindicación de las propuestas panistas, se dio ahora, cuando el
gobierno federal retomó la urgencia de sacar a la educación del rezago
en el que se encuentra y se logró porque el PAN, de manera congruente y
responsable, definió que su actuar como oposición no sería igual al de
los otros partidos, que durante 12 años se definieron por criterios
puramente electoreros; en Acción Nacional decidimos que el trabajar por
una Patria Humana y Generosa va por el camino del análisis real del
valor de lo que los gobiernos proponen y en base al supremo interés de
México y los mexicanos, aquellas iniciativas que desde siempre pusimos
sobre la mesa, serían votadas a favor.
Regresando a esta iniciativa en lo particular, es FALSO que habrá
despidos masivos de profesores; o que se privatizará toda la
educación... ¡por favor! En realidad, el elevar a rango constitucional
el término `calidad´, es algo que impactará positivamente, toda vez que
no solo aplica a los profesores, sino obligada mente a los gobiernos que
tendrán que invertir en la mejora de planteles, equipos y esquemas
necesarios para que el profesor desempeñe su función correctamente y con
decoro.
La evaluación de los profesores no está concebida en esta reforma como
un instrumento de represión laboral; es ante todo, una herramienta para
que el docente sepa a ciencia cierta cuales son sus fallas y sus
ventajas. La idea (y eso se verá cuando los gobiernos locales y federal
generen las leyes reglamentarias correspondientes) es que sabiendo en
que falla, el profesor, JUNTO con las entidades educativas, den los
pasos necesarios para corregir y mejorar. Y aquellos maestros que salgan
bien evaluados, también tengan acceso a mejoras laborales y
posibilidades de subir en el escalafón del servicio público que prestan.
Como ciudadanos, hemos visto muchas veces con asombro e indignación como
existen estados y lugares donde ciertos grupos e individuos toman a
nuestros niños como rehenes con paros largos e injustificados... eso
debe sin duda de cambiar; el derecho a huelga es inherente al
trabajador, cuando hay razones y bajo un esquema que la ley claramente
señala. Pero el cerrar los planteles de manera unilateral, el violentar
el derecho del educando de recibir una educación completa y de calidad e
incluso el secuestrar a funcionarios y servidores públicos como métodos
de presión, no puede ni debe ser posible en un Estado moderno y que
busca salir adelante. Esas expresiones no caben en un México urgido de
ciudadanos preparados, conscientes y críticos.
Es claro: la Reforma Educativa persigue la calidad de la educación en
todos los niveles y como responsabilidad compartida entre docentes y
gobiernos; y separar y delimitar de manera plena las responsabilidades
laborales y administrativas que corresponden a los sindicatos y a la
administración pública.
Si ésto `atenta´ contra algo o alguien, es tan solo contra la injerencia
indebida tanto de los líderes sindicales en cuestiones que deben ser
meramente administrativas, como la del gobierno en asuntos puramente
sindicales...
P.D. Con gran pesar, le envío un sincero pésame a mi amigo, el Profr.
Ricardo García Melo y a su familia, por el terrible y artero ataque que
terminó con la vida de su hermano Juan Carlos; Profesor, le hago llegar
un abrazo y sepa que mis oraciones están con usted y los suyos. Descanse
en Paz.
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