Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 8 de marzo de 2013

La reforma educativa: Qué significa en realidad

oda vez que el congreso local de mi Estado, San Luis Potosí, se convirtió en el decimotercero en el país en aprobar la minuta referente a la Reforma Educativa que recibieron desde el Congreso Federal, continuando con el curso legislativo que requiere para convertirse que puedan aplicarse los cambios a nuestra Constitución, con lo discutido y analizado en el Senado, es importante abordar con seriedad y tranquilidad qué es esta reforma y evitar así desinformación tendenciosa que solo ha causado confusión entre la ciudadanía y el magisterio.

En primer lugar, es muy cierto que TODAS las fuerzas políticas y sociales de México están de acuerdo que el nivel educativo que reflejamos como nación, históricamente y por décadas, deja mucho que desear; dentro de los países de mayor desarrollo del mundo, (la OCDE), de manera constante y en prácticamente todos los niveles y rubros, nos encontramos en los últimos lugares de la tabla, superados no solo por países como Suecia, Suiza, lo cual podemos entender; sino por países similares y contra los que competimos directamente como Chile y Corea. Esos indicadores son un parámetro externo que nos permite visualizar el lugar en el que estamos y lo que necesitamos para llegar a donde queremos estar.

Ultimamente se ha utilizado a la República de Corea como un parámetro de comparación educativa y ello tiene una razón: hace 18 años, dicho país se encontraba prácticamente en los mismos niveles educativos, sociales y económicos que México (vale decir que sin la enorme ventaja de los recursos naturales con los que México cuenta); a partir de ese momento, el país asiatico decidió reformar su esquema educativo y mientras nosotros nos quedamos prácticamente en el mismo punto, Corea despegó e incrementó su escolaridad, su nivel laboral, su nivel de ingreso y su índice de bienestar.

Ante esta experiencia dramática, las administraciones y los legisladores del PAN intentaron de manera continua, llevar a cabo una serie de mejoras y reformas de fondo constitucional y legal, que optimizaran la educación en México. Una vez tras otra, prácticamente todo lo que señalamos y propusimos, se nos negó, principalmente ante presiones y desinformación de las cúpulas sindicales y de las alianzas político-electorales de coyuntura de los partidos que en ese entonces eran la oposición. Sin embargo, se lograron algunos avances, notablemente el poder estandarizar la evaluación universal a los alumnos, con un enfoque aplicativo y no teórico o de memorización, con los exámenes ENLACE y CENEVAL. De haber iniciado lo que está sucediendo ahora hace 12 años, puedo asegurar que los mexicanos estaríamos sustancialmente mejor, con un ingreso mas justo y equitativo.

La reivindicación de las propuestas panistas, se dió ahora, cuando el gobierno federal retomó la urgencia de sacar a la educación del rezago en el que se encuentra y se logró porque el PAN, de manera congruente y responsable, definió que su actuar como oposición no sería igual al de los otros partidos, que durante 12 años se definieron por criterios puramente electoreros; en Acción Nacional decidimos que el trabajar por una Patria Humana y Generosa va por el camino del análisis real del valor de lo que los gobiernos proponen y en base al supremo interés de México y los mexicanos, aquellas iniciativas que desde siempre pusimos sobre la mesa, serían votadas a favor.

Regresando a esta iniciativa en lo particular, es FALSO que habrá despidos masivos de profesores; o que se privatizará toda la educación... ¡por favor! En realidad, el elevar a rango constitucional el término `calidad´, es algo que impactará positivamente, toda vez que no solo aplica a los profesores, sino obligadamente a los gobiernos que tendrán que invertir en la mejora de planteles, equipos y esquemas necesarios para que el profesor desempeñe su función correctamente y con decoro.

La evaluación de los profesores no está concebida en esta reforma como un instrumento de represión laboral; es ante todo, una herramienta para que el docente sepa a ciencia cierta cuales son sus fallas y sus ventajas. La idea (y eso se verá cuando los gobiernos locales y federal generen las leyes reglamentarias correspondientes) es que sabiendo en que falla, el profesor, JUNTO con las entidades educativas, den los pasos necesarios para corregir y mejorar. Y aquellos maestros que salgan bien evaluados, también tengan acceso a mejoras laborales y posibilidades de subir en el escalafón del servicio público que prestan.

Como ciudadanos, hemos visto muchas veces con asombro e indignación como existen estados y lugares donde ciertos grupos e individuos toman a nuestros niños como rehenes con paros largos e injustificados... eso debe sin duda de cambiar; el derecho a huelga es inherente al trabajador, cuando hay razones y bajo un esquema que la ley claramente señala. Pero el cerrar los planteles de manera unilateral, el violentar el derecho del educando de recibir una educación completa y de calidad e incluso el secuestrar a funcionarios y servidores públicos como métodos de presión, no puede ni debe ser posible en un Estado moderno y que busca salir adelante. Esas expresiones no caben en un México urgido de ciudadanos preparados, concientes y críticos.

Es claro: la Reforma Educativa persigue la calidad de la educación en todos los niveles y como responsabilidad compartida entre docentes y gobiernos; y separar y delimitar de manera plena las reponsabilidades laborales y administrativas que corresponden a los sindicatos y a la administración pública.

Si ésto `atenta´ contra algo o alguien, es tan solo contra la injerencia indebida tanto de los líderes sindicales en cuestiones que deben ser meramente administrativas, como la del gobierno en asuntos puramente sindicales...
http://www.emsavalles.com/revtxt.php?r=2891

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