¿Quién inició la terapia con delfines?
Los
pioneros de lo que ya se conoce como "Delfinoterapia" fueron Horace
Dobbs en Escocia y el Dr. David Nathanson en Florida. En España los primeros en
emplear delfines en el tratamiento de pacientes con síndrome de Down,
depresiones y autismo fueron los miembros de la Fundación Delfín Mediterráneo.
Sus
trabajos en el delfinario de la Costa Brava de Girona obtuvieron resultados
realmente espectaculares. Ahora en Tenerife un equipo dirigido por Marysol
González Sterling está llevando a cabo nuevas experiencias.
Mejorando la terapia
Una
terapia novedosa se abre paso en el tratamiento de autismos, retrasos,
parálisis cerebral, etc. Es la combinación de la Biosónica y la Terpia
Sacro-craneal que utilizan las emisiones acústicas de los delfines en favor del
desbloqueo y reequilibrio para determinados casos en que otros tratamientos más
convencionales no resultan apropiados.
Si
en los albores de la carrera espacial o en la actualidad se acude al cosmos para
probar la combinatoria de elementos minerales o los efectos de la ingravidez a
la hora de solucionar determinadas enfermedades o comprobar la eficacia
curativa de determinados tratamientos, los delfines (y su medio acuático con la
interacción de los sonidos) nos permiten avanzar en un terreno que se muestra
hoy en fase experimental, pero que por el momento ofrece avances más que
prometedores, tal como señalan Geraldyne L. Waxkowsky y Marysol González
Sterling.
¿Cómo llegan sus ondas a nuestro cerebro?
El
delfinario Octopus de la tinerfeña Playa de las Américas ofrece un programa
semanal, tres veces al año, en el que utilizan diapasones para medir la
sensación vibratoria que percibe el sistema nervioso. La piel como soporte de
los receptores de las terminaciones nerviosas recibe las ondas emitidas por los
delfines, y por los canales transmisores llegan al oído y al cerebro,
realizando una estimulación selectiva, pues dentro de las emisiones acústicas
de los delfines hallamos tanto sonidos audibles por el ser humano como
infrasonidos. Todo esto sin soslayar la poderosa importancia del medio acuático
y la particular ingravidez que nos ofrece.
¿Cuáles son los casos que más se suelen tratar?
Por
el momento los tratamientos se dirigen a personas con carencias y trastornos de
amplia gama, dado el carácter experimental de las terapias, y abarcan desde el
estrés hasta los espasmos pasando por el autismo o depresión.
La
práctica tiene lugar en grupos reducidos, que nunca superan las cuatro personas
y participan terapeutas y cuidadores especializados tanto en Biosónica como en
disfunciones cerebrales y procedentes de nuestro país, de Estados Unidos o
Noruega entre otros.
Los beneficios de las terapia con delfines en nuestro cerebro
Podríamos
definir estas terapias como dirigidas a despertar determinadas zonas del
cerebro adormecidas y a reequilibrar los hemisferios cerebrales llegando a
estados de mayor coherencia y sincronía. Esto ha sido comprobado al realizar
pruebas con electro-encefalogramas y otras mediciones asistidas
informáticamente.
No
convendría dejar al margen de esta realidad terapéutica la tradicional
controversia que señala lo inconveniente de utilizar animales en favor del ser
humano y en su exclusivo beneficio, que conforman unos planteamientos éticos emparentados
con el vegetarianismo más o menos militante, el rechazo a que los seres vivos
abandonen su medio natural, contra la experimentación y contra el sufrimiento
que conlleva.
Sería
conveniente llegar a unos niveles de comunicación más directos con los propios
delfines... y que ellos mismos opinen sobre este utilitarismo tan beneficioso
como interesado.
Consultado en:http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=185
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